Wall Street terminó hoy con importantes pérdidas y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, cayó 1,02%, tras una jornada de indecisiones que cierra una semana con pésimos resultados.
Según datos al final de la sesión, el Dow Jones perdió 167,65 puntos y terminó en 16.346,45 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 bajó 1,08% o 21,06 puntos, hasta los 1.922,03 enteros.
Por su parte, el índice compuesto del mercado Nasdaq, en el que operan las principales firmas tecnológicas, perdió 0,98% o 45,79 puntos, hasta los 4.643,63 enteros.
Según consignó Expansión, «los temores han llevado a la principal bolsa del mundo a cerrar con otro desplome del 1% para poner el broche bajista a una semana para olvidar, en la que los índices neoyorquinos han perdido más del 6% en su peor primera semana de su historia».
Y es que, si nos remontamos en los registros de Bloomberg hasta 1896, en ninguna primera semana del año el Dow Jones ha cedido más de un 5%, tal como ha hecho este 2016.
La sesión había comenzado con signo positivo, impulsada por el buen ánimo que recibió de los mercados asiáticos, después de las turbulencias bursátiles que hubo en China en los últimos días.
Tuvo un primer descenso brusco antes de la media sesión, con un ligero repunte posterior, pero dos horas antes del cierre regresó al terreno negativo, con una caída que se agudizó en la última media hora de operaciones, la que suele ser más importante.
Los analistas atribuyeron la caída de hoy a la incertidumbre que aún persiste en el mercado por los problemas de China y el temor de que se puedan repetir las mismas turbulencias en los próximos días.
Unido a ello, los precios del petróleo tuvieron hoy un nuevo descenso, que en el caso del crudo de Texas representó llegar al nivel que había en febrero de 2004, sin que se anticipe un próximo repunte.
Todos los sectores terminaron en rojo. La pérdida mayor fue para el de materiales básicos, que perdió un 1,57%, seguido del financiero, que bajó un 1,52%, y del sanitario, que perdió un 1,44%.
De los treinta títulos agrupados en el Dow Jones, sólo se libraron dos firmas. Una de ellas fue Apple, que ganó 0,53%, aunque no pudo recuperar los US $ 100 por acción, que alcanzó en octubre del 2014 y que perdió en la sesión del jueves.
También subió el rival de Apple, Microsoft, que avanzó 0,31%, pero todos los demás integrantes del Dow Jones cerraron la sesión con pérdidas, liderados por la tecnológica Cisco (-2,48%), la cadena minorista WalMart (-2,29%) y Boeing (-2,27%).
EL MUNDO
Las turbulencias originadas en el gigante asiático y la progresiva caída de los precios del petróleo y las materias primas están detrás de estos descensos: Los temores de incubación de una nueva crisis financiera como la que se desató en 2008 están latentes y aunque la jornada de este viernes se presentó positiva al comienzo, poco a poco fueron derrumbándose las expectativas y en las últimas horas se rindieron al pesimismo generalizado por el deterioro de la economía mundial. Los indicadores europeos también sufrieron descensos: la bolsa de Fráncfort terminó con una caída de -1,31%; la de París con -1,59%, la de Londres en -0,70% y la de Madrid en -1,66%, llevando al Ibex 35 a perder la cota de los 9.000 puntos.
A nivel semanal, el DAX 30 de Fráncfort fue el indicador que obtuvo el peor resultado desde 2011, con un descenso de -8,32%, le siguió el IBEX 35 que acumuló una caída de -6,65% y el CAC francés con un descenso de -6,54%. Fue la peor semana de los últimos 12 meses apuntando a como se viene este año del mono. Las pérdidas tampoco se hicieron esperar en los mercados asiáticos. El Shanghái Composite perdió el 10% en la primera semana del año, mientras en Hong Kong la pérdida fue del -6,7%.
China se enfrenta a una inminente crisis financiera y esto es lo que ha desatado todo el miedo del mercado. Hasta ahora la situación se había mantenido controlada porque China era el último bastión del crecimiento y ahí se dirigieron muchas de las inversiones que facilitaron los bancos centrales de occidente con sus tasa al cero por ciento de interés. Como al final de este camino se ha descubierto que no habrá el crecimiento esperado las pérdidas resultan inevitables. El panorama para este 2016 se ve complejo y no existe posibilidad de un reequilibrio rápido de fuerzas por los enormes desequilibrios creados en el período del hinchamiento de las burbujas especulativas. Estos desequilibrios han hundido la productividad y ésta hoy se encuentra con los motores apagados. La expansión económica que generan las burbujas especulativas tarde o temprano implosionan y cuando no hay un crecimiento real que la sostenga se desata una reacción en cadena tipo efecto dominó. La caída del gigante asiático será el gran tumor de la economia este 2016 que recién comienza.